martes, 21 de octubre de 2008

Felices para siempre...


Va para tí Alex... En honor a nuestros cigarros y deliciosas pláticas depresivas---

Creo que la primera vez que quise ser una princesa de Disney tenía 2 años. Esa ilusión de vivir en el mundo rosa en el que todos somos felices se alimentó con los años. Películas, libros y caricaturas formaron a la princesita que siempre he deseado ser.
Podemos decir "conscientemente" que el amor no es eterno, que no existe un felices para siempre, que en la vida los conejitos no te hablan y los pajarillos no te ayudan a diseñar un vestido mientras cantan, sin embargo, todos esperamos que suceda lo contrario. Esa ilusión que se ha alimentado por tantos años cobra sus estragos diariamente... 
Hay una parte de mí y que creo que todas las mujeres tenemos, que espera encontrar al hombre perfecto: que nos cuide, que nos ame, que sea trabajador, responsable, coooon dinero y por supuesto que nos sea fiel. Mientras más pasa el tiempo, más creo que la realidad dista kilómetros de ser un cuento de hadas.
Soy soñadora, mientras escribo esto, sigo sin estar del todo convencida, sigo creyendo en el fondo de mi ser que esto sucederá algún día, que encontraré a mi príncipe, porque si no es así, tendré que conformarme con que sea responsable y trabajador y que me sea infiel de vez en cuando... Eso no lo viven las princesas.
Hace unos días escuchaba una plática entre algunas parejas de casados, y uno de los hombres lanzó un comentario con un aire de seguridad y un tanto de soberbia que hizo que mi sangre aumentara su temperatura casi hasta el punto de ebullición. Dijo que los hombres casados tienen derecho a ponerle el cuerno a sus mujeres una vez cada 4 años, "es la ley de vida y debe respetarse" dijo él. Lo que comentó segundos después terminó por impulsar mi deseo de lanzarme sobre él y ahorcarlo. "Bueeeno, esto si te cachan, mientras no te cachen puedes tener todas las que quieras, pero deben perdonar una cada 4 años". Yo esperaba que alguien se riera y que POR FAVOR dijeran que era broma... Ese momento nunca llegó.
Su esposa ahí sentada tan tranquila, junto a él... ni siquiera hizo algún gesto. Y yo me pregunto, Dónde quedó la princesita que supongo alguna vez ella quiso ser? Aquella que tiene un príncipe azul que la protege de la malvada bruja. Creo que en esta historia el mal y el bien andan un poco perdidos.
Y no solo en esta, sino en todas.
La mayoría hemos estado en los dos bandos. Tanto en el "bueno" como en el "malo": Hemos sufrido y hecho sufrir, hemos llorado y hecho llorar, hemos sido engañados y hemos engañado. Las opiniones cambian con las perspectivas. Cuando se está en el lado del mal no se cree ser tan malo, pero cuando se está en el lado del bien los del otro bando son unos malditos. Esto no lo enseña Disney. No se nos enseña a que la gente no es mala ni es buena, sino que obra mal u obra bien. En las películas todo es extremo: los malos son la personificación del demonio, y la princesa es hasta pendeja.. pero feliz a fin de cuentas. 
Cada vez que llega un amor nuevo, revoluciona todo lo que uno quiere ser y dar. Yo me he sentido la reina del mundo, he sentido que en realidad todos son unos ignorantes y que YO soy la excepción, que mi pareja será para toda la vida y que este amor SÍ es para siempre, que esta historia no tiene final feliz, simplemente porque no tiene final
Y no... no es así.. Por eso digo que la ilusión que se nos ha formado cobra estragos diariamente. Diario alguien sufre porque quien creyó era el amor de su vida no lo es, porque su príncipe azul resultó golpeador, alcohólico, o en el mejor de los casos un infiel ocasional.
Hoy estoy aquí sentada, diciendo que no existe el "vivieron felices para siempre", y esperando que el día de mañana me de cuenta que estoy equivocada... 

1 comentario:

La Maga dijo...

shady què chistoso quedò perfecto con lo que te mandè tan perfectamente opuestas. LOVE U