jueves, 25 de diciembre de 2008

Fin

Se cierran ciclos.. se inician nuevas aventuras..
La energía del año 2008 se agota, pero el nuevo viene con  promesas y jugosas incertidumbres..
Fue un año difícil pero fructífero. Miles de obstáculos y amargos sabores, pero con grandes aprendizajes.
El vino, la joda, el amor, soledad, la frustración, estudio, desilusión, el engaño, arrepentimiento, culpas.. el respiro... sustantivos que definen esta etapa; tan distintos y tan entrañables. 
Es casi el fin de año, y con él se quedan recuerdos y experiencias que han pintado los días de color; pasteles y metálicos, opacos y brillantes.
Cambios y ajustes se encargan de poner cada cosa en su lugar. El tiempo y el buen juicio son grandes apoyos de este cierre de ciclo. 
Ante todo agradecida con la vida, por las oportunidades que se me presentan para superarme y ser cada día una mejor persona. Por poder compartir con mi familia, mis amigos y todas aquellas personas que han estado cerca de mi corazón. 
Satisfecha y mejor mujer. Así cierro este ciclo.. Veremos qué depara el 2009...

martes, 16 de diciembre de 2008

Me han dicho..

Me han dicho que hay un lugar
donde el sol del mediodía no quema,
donde las noches de luna llena
no te hacen llorar.
Me han dicho que en ese lugar
te la pasas recostada en la arena,
poniendo avisos, mujer
condena al que la haga sudar.
No sé por qué esa necesidad
de viajar tan lejos de la realidad,
poniéndote una caretas en el corazón
pretendes olvidar.
El pasacalle en Campichuelo
aquellas noches que bajo un pañuelo
me decías "Mi amor,
yo nunca te voy a cambiar".
Prefiero naufragar en este mar
de corcheas locas de atar
hasta tus besos olvidar.
Prefiero perder el tiempo
tomando unas copas de bar en bar
y nunca nunca despertar.
Tendría que haberle hecho caso a Joaquín
cuando dijo lo que dijo esa vez
cuando esa mujer
se iba dándole la espalda.
Tendría que haberle hecho caso,
y así saber bien
cómo era en realidad
tu frente, tu lengua y tu falda.
Por suerte me subí a un tranvía
justo cuando me iba a atar a las vías,
que me dijo "Campeón,
puedo ayudarte en tu elección".
Pero te advierto que este tren consejero,
que no sabe lo que es mirar atrás,
me ha dicho que en tu estación no va a parar.
Prefiero...


-
Las pastillas del Abuelo

Drama

Drama, drama, drama..
Cut the crap? Is it possible?
Buena suerte, si decides regresar, te estaré esperando... ja
Love you

lunes, 8 de diciembre de 2008

Toco tu boca...

Alex.. Hoy que leía tu blog (porque sí lo leo, ja) hiciste que recordara esto, que precisamente tú introduciste a mi vida.. Gracias

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

Frase del día

Volveré.

Vagabunda...

Desde hace años me he considerado una escritora empedernida, talvez frustrada. Apasionada y ansiosa por saber, por leer, por escribir. 
Alguna de mis tantas noches de charlas con el cojín, me pregunté cuál sería el valor de mis obras. Mantuve algunos minutos aquel efímero pensamiento en mi cabeza, pero como buena reflexión vagabunda, terminé por abandonarla. 
Ahora, he comprendido que un buen escritor no es aquel ofuscado personaje que imprime confusión en sus creaciones; palabras excéntricas y herméticas; separan a los afortunados de los iletrados; aquellas que suponen sabiduría cuando carecen de contenido real.  Son la mano y el sentimiento que las emanan las que le dan valor. Aquel que lo hace utilizando el corazón y el alma en cada palabra. Escribir requiere de todo un bagaje que hay detrás de la sola acción de revolver la muñeca.
Congruencia. Con lo que se dice y se hace. Con lo que se predica y lo que se vive. Con lo que se persigue y lo que se desea. 
Sensibilidad para percibir y transmitir.
Pasión por lo que se siente. Fuerza  para defenderlo. Juicio para creerlo.
El buen escritor no es aquel que desborda riqueza o que presume publicaciones en vitrinas; es el que llora con sus escritos, el que fija un verdadero sentir, aquel que se enardece, el que se conmueve. El que encuentra en esto el conducto para inmortalizar un ordinario existir. Aquel que al voltear a la hoja experimenta satisfacción, orgullo.  
El que en la pluma encuentra su identidad y la vive. 
Aquel que cuando termina de escribir se encuentra vacío, vacío de sentir, pues le ha regalado a las palabras toda su esencia. Aquel que en ese instante comienza una búsqueda por una nueva inspiración. Esa búsqueda que no tiene fin...
¿El buen escritor?  el que lo respira... 
¿El valor de un escrito? El que su creador le confiere...
Hoy, como una de mis tantas charlas con la almohada, abandono esta reflexión vagabunda...

viernes, 14 de noviembre de 2008

Somos Más


"Encuentran cuerpo decapitado en barranco", "Policía ministerial secuestrado", "Enfrentamiento entre sicarios en colonia habitacional"; ideas que retumban en nuestros oídos día tras día. Pero, ¿Qué hay más allá de esa Tijuana.. Esa que no está "en manos de los delincuentes"? 
Comencé a escribir esto con el claro objetivo de mostrar la otra Tijuana, esa que me hace sentir orgullosa de vivir aquí. Por unos segundos mi mente se quedó en blanco y luego comprendí que debía comenzar con mi propia experiencia para después ir a lo general.
Estoy a un mes de cumplir 22 años y llegué a Tijuana en compañía de mi familia a los 40 días de nacida, por lo que siempre me he considerado y sentido tijuanense. Historia común entre la población de nuestra ciudad. 
Aquí he vivido los mejores y más grandes momentos de mi vida; aquellos que han formado a la persona que hoy soy; mis raíces están echadas aquí.
Gran desilusión invade mi ser al darme cuenta de lo que pasa en esta ciudad que me ha dado tanto; éste se potencia cuando veo que nos hemos hundido en un estado en el que perdimos completamente la objetividad y el optimismo; todo lo vemos negro y peligroso, cuando en estas tierras hay miles de oportunidades que explotar.
Tijuana. El albergue de tantas familias fugitivas de sus propios hogares, la cuna de una nueva cultura; una gran cultura, mezcla de costumbres e idiosincrasias tan distintas, han dado lugar a una nueva y compleja forma de vida.
Un atardecer en octubre ilumina la esperanza de miles de personas que han llegado con las alas caídas, pero con su fe puesta en que la vida les brindará otra oportunidad y es que Tijuana le tiende la mano a quien viene a trabajar.
El mar, las playas y las montañas se confabulan para darnos un cálido abrazo y demostrar lo más noble de su existir; nos une como hermanos, evidencia que todos somos hijos de la misma naturaleza y nos la la oportunidad de crear vínculos: otro de los grandes regalos de esta ciudad.
La mayoría somos migrantes, por eso existe una necesidad colectiva de arraigarse, de unirse, lo cual da pie a las más puras y estrechas relaciones y aunque no hay contacto con la propia sangre, cada uno ha formado a su familia; esa que no te toca, sino que escoges.
Lo mejor de los dos mundos; el tercero y el primero, tan extremos y tan cercanos. Se dice que no somos ni de ahí ni de allá, y talvez sea cierto, porque somos de aquí, somos tijuanenses y eso nos da una gran identidad.
La búsqueda constante de dicha identidad nos ha llevado a la producción e innovación de arte y cultura; con los años Tijuana se ha convertido en la cuna de extraordinarios trabajos artísticos. Por ello, anualmente se reciben infinidad de exposiciones y puestas en escena de fama internacional.
El auge cultural es extraordinario; pintores, escultores, poetas, fotógrafos, literatos, actores, músicos y cantantes lo respaldan con la gran calidad de sus obras.
El avanzado desarrollo económico que tenemos hace voltear la mirada de potencias mundiales de mercado; ellos han establecido en nuestras tierras importantes empresas que hoy nos dan fama global y que además, crea el intercambio cultural que nos hace ir un paso adelante que cualquier otra ciudad del país, y de muchas otras del mundo.
Ahora lo veo tan claro, cuando me pregunto, ¿Qué hay de esa otra Tijuana?, ¿Esa que no está en manos de los delincuentes? Me doy cuenta que no existe "otra Tijuana", es sólo una; con buenos y malos, con ventajas y desventajas, pero que nos ha cautivado y nos regala a diario un pedacito de su gran corazón.
Los balazos existen, es innegable, pero la violencia está en el mundo, no sólo en Tijuana. 
Los medios se han empeñado en magnificar lo rojo y con ello, cumplen el objetivo de las mafias: aterrorizar.
Cooperan también para hundir económicamente a esta ciudad, cuna de la tecnología y de los mejores médicos del mundo, de jóvenes matemáticos campeones internacionales, de talentosos ciudadanos, de gente buena, trabajadora, que sabe convivir, que respeta al medio ambiente y tiene aspiraciones, de niños que quizá el día de mañana lleguen a ser personajes famosos por sus buenas acciones.
La gente comienza a aburrirse del triste espectáculo.
Más. Somos muchos más que el grupúsculo de maleantes y de medios amarillos y rojos.
Por eso, ni la más estruendosa sirena, ni el seco relámpago de los disparos, ni un grito desesperado podrán acabar con la magia que tiene este lugar; porque Tijuana nos ha regalado un poco de su luz, de su nobleza y su fuerza... suficiente para ser capaces de defender lo que es nuestro, lo que llevamos dentro, defender eso que nos hace sentir orgullosamente tijuanenses.

martes, 21 de octubre de 2008

Felices para siempre...


Va para tí Alex... En honor a nuestros cigarros y deliciosas pláticas depresivas---

Creo que la primera vez que quise ser una princesa de Disney tenía 2 años. Esa ilusión de vivir en el mundo rosa en el que todos somos felices se alimentó con los años. Películas, libros y caricaturas formaron a la princesita que siempre he deseado ser.
Podemos decir "conscientemente" que el amor no es eterno, que no existe un felices para siempre, que en la vida los conejitos no te hablan y los pajarillos no te ayudan a diseñar un vestido mientras cantan, sin embargo, todos esperamos que suceda lo contrario. Esa ilusión que se ha alimentado por tantos años cobra sus estragos diariamente... 
Hay una parte de mí y que creo que todas las mujeres tenemos, que espera encontrar al hombre perfecto: que nos cuide, que nos ame, que sea trabajador, responsable, coooon dinero y por supuesto que nos sea fiel. Mientras más pasa el tiempo, más creo que la realidad dista kilómetros de ser un cuento de hadas.
Soy soñadora, mientras escribo esto, sigo sin estar del todo convencida, sigo creyendo en el fondo de mi ser que esto sucederá algún día, que encontraré a mi príncipe, porque si no es así, tendré que conformarme con que sea responsable y trabajador y que me sea infiel de vez en cuando... Eso no lo viven las princesas.
Hace unos días escuchaba una plática entre algunas parejas de casados, y uno de los hombres lanzó un comentario con un aire de seguridad y un tanto de soberbia que hizo que mi sangre aumentara su temperatura casi hasta el punto de ebullición. Dijo que los hombres casados tienen derecho a ponerle el cuerno a sus mujeres una vez cada 4 años, "es la ley de vida y debe respetarse" dijo él. Lo que comentó segundos después terminó por impulsar mi deseo de lanzarme sobre él y ahorcarlo. "Bueeeno, esto si te cachan, mientras no te cachen puedes tener todas las que quieras, pero deben perdonar una cada 4 años". Yo esperaba que alguien se riera y que POR FAVOR dijeran que era broma... Ese momento nunca llegó.
Su esposa ahí sentada tan tranquila, junto a él... ni siquiera hizo algún gesto. Y yo me pregunto, Dónde quedó la princesita que supongo alguna vez ella quiso ser? Aquella que tiene un príncipe azul que la protege de la malvada bruja. Creo que en esta historia el mal y el bien andan un poco perdidos.
Y no solo en esta, sino en todas.
La mayoría hemos estado en los dos bandos. Tanto en el "bueno" como en el "malo": Hemos sufrido y hecho sufrir, hemos llorado y hecho llorar, hemos sido engañados y hemos engañado. Las opiniones cambian con las perspectivas. Cuando se está en el lado del mal no se cree ser tan malo, pero cuando se está en el lado del bien los del otro bando son unos malditos. Esto no lo enseña Disney. No se nos enseña a que la gente no es mala ni es buena, sino que obra mal u obra bien. En las películas todo es extremo: los malos son la personificación del demonio, y la princesa es hasta pendeja.. pero feliz a fin de cuentas. 
Cada vez que llega un amor nuevo, revoluciona todo lo que uno quiere ser y dar. Yo me he sentido la reina del mundo, he sentido que en realidad todos son unos ignorantes y que YO soy la excepción, que mi pareja será para toda la vida y que este amor SÍ es para siempre, que esta historia no tiene final feliz, simplemente porque no tiene final
Y no... no es así.. Por eso digo que la ilusión que se nos ha formado cobra estragos diariamente. Diario alguien sufre porque quien creyó era el amor de su vida no lo es, porque su príncipe azul resultó golpeador, alcohólico, o en el mejor de los casos un infiel ocasional.
Hoy estoy aquí sentada, diciendo que no existe el "vivieron felices para siempre", y esperando que el día de mañana me de cuenta que estoy equivocada... 

...

Hay días en los que simplemente me siento vacía. Ni la escuela, ni el trabajo, ni los amigos, ni la familia.. ni mis libros ni escribir..  Nada llena esto que me falta. ¿Serás tú? 

lunes, 20 de octubre de 2008

Inspiración


Argentina, tierra del vino y el Tango; de los bohemios y los cortes. Mi descanso de la realidad. Sabres, olores y sensaciones distintas, nuevas. 
Córdoba mi ciudad, mi segundo hogar. Este país y esta entidad me han dado experiencias que nunca podré olvidar.
Caminar por estas calles, llenas de árboles y cantores invade mi alma de satisfacción, me invita a la meditación, a la introspección.
Una lágrima y una medialuna abren ahora mi apetito por las mañanas. Aprendí a abandonar las banalidades, el egoísmo; aprendí a estar abierta al conocimiento, a abosrber hasta el más mínimo detalle, a estar dispuesta a ser una alumna fiel de la vida y la naturaleza.
El mate, el mate mi maestro. Esta bebida es todo menos una bebida. Es el símbolo de la unidad, de la hermandad. Nos invita a compartir, conversar, conocer. Representa mi envidia de un propio símbolo nacional. Acá todos tomamos mate: los niños, los adultos, los extranjeros, los estudiantes, los profesionistas, los políticos, los peronistas y hasta los reos.
Los grandes parques y plazas, junto a los antiguos edificios muestran un ambiente histórico. Un paseo por éstos dan la sensación de volar sobre el asfalto; incita a un sueño despierto sobre los personajes que habrán dado los mismos pasos alguna vez... 
Paisajes hermosos: Salta, Jujuy, Mendoza, Iguazú, Calafate... Impetuosos escenarios que nos muestran lo más noble y caudaloso de la naturaleza.
Las conglomeraciones de gente en el Paseo del Buen Pastor y tomar mate mientras se aprecian los sincronizados bailes de las aguas simboliza una de las más arraigadas costumbres de esta ciudad. La armonización de grupos de distintas tendencias en Patio Olmos es uno de los espectáculos más complejos que mis ojos hayan alguna vez observado: los pelones bailan breakdance, los emos en círculos reclaman inconformes, los skatos rompen el orden y algo más, los chetos parados unos junto a otros, en una especie de fuerte, aventando miradas homicidas a todos aquellos que se les muestran indiferentes; no falta el solitario que asiste solo con la intención de disfrutar del gratuito y fenomenal programa.
Las tiendas de libros de segunda mano se han convertido en mi pasatiempos favorito; puedo pasarme horas ahí dentro, especialmente en aquellas revueltas que dan la sensación de que en el momento en que yo entre una docena de libros saldrán escupidos por la ventana. No los compro, solo los visito y ellos me permiten adentrarme en su espacio por unos momentos; los cierro y mientras los dejo despiden un olor que me enamora, tal parece que lo hacen con intención de que vuelva.
Gente extraordinaria: alemanes, franceses, holandeses, mexicanos, estadounidenses.. Acá todos somos uno: somos extranjeros, somos aprendices, presa del conocimiento, de lo nuevo, del descubrimiento. Somos hermanos, hermanos de sentimiento, de añoranza de nuestra tierra, de perplejidad constante, de sensaciones inéditas. Somos compañeros de agradecimiento, de oportunidad.
Estos recientes lazos dan la sensación de ser inquebrantables. Se ha forjado un gran sentimiento; el tiempo es corto, pero la calidad es desmedida. Vivir un proceso como este, estar lejos de casa, del círculo, de la rutina, junto con totales desconocidos resulta en una gran amistad: momentos irepetibles, experiencias memorables y aprendizajes colectivos nos unirán para siempre.
Mochilera es mi nueva moda, mi estilo de vida. Cada fin de semana es una oportunidad: ver, saborear, tocar, absorber cosas distintas. Altagracia, Mina Clavero, Villa General Belgrano, Carlos Paz... Pequeñas y hermosas ciudades que han visto mi flash recorrerlas de arriba a abajo, una y otra vez...
El fernecito y la Mona acá van de la mano. No se concibe uno sin el otro. El Cuarteto es el baile que nos invita a la diversión, es la expresión máxima del cuerpo cordobés. No se abandona la ciudad sin experimentar un cuartetazo de La Mona Jiménez y un Fernet con Coca: figura de la imagen local.
Hoy me despido con el corazón destrozado y mi ser lleno de experiencias. El sentimiento que he desarrollado por estas tierras va mucho más allá de la satisfacción de un simple viaje. Éstas significan tantos aprendizajes, lecciones de vida; lo único que puedo sentir de todo esto es amor: amor por Argentina, por su gente, por mis compañeros...
Aquí aprendí a ser humilde, a tomas mis propias decisiones, a ser responsable, no porque alguien me lo diga o se me obligue, sino porque yo lo decido. Aprendí que mi ser estaba ansioso por aprender, por saber y conocer; que es un largo camino el que aún me falta por recorrer. Aprendí a ser mi compañera, mi amiga, mi cómplice, mi consejera; aprendí a levantarme después de estar en el suelo; a caerme otravez y curarme el dolor; aprendí a disfrutar mis momentos de soledad: Leer un buen libro, salir a caminar, escuchar música, escribir, cocinar...
En fin, son tantas las cosas que hoy tengo por agradecer. Y me despido, con una inmensa tristeza pero una gran satisfacción; satisfacción de haber pasado los meses hasta ahora más importantes de mi existencia: los más complejos, los más difíciles, los más divertidos.
Hoy estoy segura de que tengo las herramientas para lograr mis metas, para llegar a ser la mujer que quiero ser. Estoy orgullosa de lo que he logrado e inmensamente agradecida por todas las oportunidades que se me han brindado.
Gracias... Es lo único que me queda por decir; gracias a mis padres, a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros, a mis maestros... Gracias Argentina.

viernes, 11 de julio de 2008

Sentimiento Barroco

Cuando se está lejos de casa, del círculo social, de las rutinas, es cuando se descubre la verdadera identidad: qué se quiere, qué se disfruta, los más profundos ideales y deseos. Nadie influye, nada maneja las acciones, se es libre completamente. Entonces aparece el conflicto: quién soy? quién he sido?
Al conocer otro mundo, otras costumbres, otras oportunidades, se enfrenta ante la realidad de que lo que se conoce, lo que se sabe, no es nada a comparación de lo que el mundo puede ofrecer. El universo es un banquete, un festín adulador al que todos son invitados especiales. 
Por reflejo natural se quiere conocer y probarlo todo, sin embargo, el tiempo y la sensatez, el buen juicio, muestran que se requiere de una reflexión previa a la acción, así mismo, el experimentarlo todo arroja un sentimiento de vacío y desmotivación, pues no existe ya más que conocer, es por esto que se da pie a una etapa de relajación; un espacio de prudencia, madurez, de decisiones.
El pensamiento moderno nos invita a conocer el mundo, a volar, a abrir nuevos círculos, pero las raíces arraigan al mundo conocido, a lo "cómodo". Dejar todo para empezar de nuevo representa el mayor reto al que alguien puede enfrentarse; aprender a conocerse a sí mismo, conocer la soledad y descubrir los más profundos e intensos sentimientos.
Aprender a acompañarse, a disfrutarse, es un proceso complejo y duro, sin embargo una experiencia sin igual. Una vez que se conoce a uno mismo, que se aprende a vivir con la propia esencia, estoy segura que la sensación es asombrosa, increíble, sensacional. 
Sin embargo, para llegar a esto el sendero es escaparado, rebuscado. Es un sentir complejo que representa una dualidad existencial: por un lado existe un vacío y una soledad incalculable, y por otra se encuentra con nuevos elementos que la acompañan. El tiempo a solas invita a una búsqueda constante, a una introspección exhaustiva que lleva a descubrimientos decisivos, a la valoración de lo que se tiene y lo que no, a una ansiosa incertidumbre de aquellos corazones lejanos, de ese amor desamparado que durante tanto tiempo ha estado presente. 
Es tiempo de decisiones cruciales, de vivir una experiencia inolvidable que se espera culmine en un amor único y puro... El propio.
La lectura inconclusa de un buen libro, la lluvia por la ventana, una inspiración con los ojos cerrados, la percepción de nuevos olores, la escritura existencial, diversos paradigmas de vida, una charla con un amigo desconocido, el silencio, la ausencia total del más mínimo ruido y la melancolía de mi amor, representan los momentos más emblemáticos de mi experiencia. Una copa de buen vino mendocino en el balcón, observar lo desconocido, las calles, absorber, aprehender esas visiones; una moto, un campo verde, un dique, árboles llorones, los Andes a cero grados, el agua fría, una pasta con crema de frijol y noches de fiesta hasta la mañana siguiente me han hecho quien soy el día de hoy... mañana... mañana quizás diga más...