martes, 23 de junio de 2009

Esplendor

Creemos conocer el amor.
Lo etiquetamos, le ponemos un nombre.

Es maravilloso tal y como es:
máxima expresión de la perfección humana

Limitarlo es mutarlo, es despojarlo de su esencia:
representa una vulgaridad para la naturaleza del sentimiento.
Debemos dejarlo libre, dejarlo existir...
Experimentarlo en distintos sabores, distintos colores.

Jugar con él, no encasillarlo:
Acercarnos, tocarlo, sentirlo. 
Luego alejarnos y verlo de lejos, apreciarlo...
Acercarnos otra vez, sentir que sigue ahí.

El amor no es efímero;
llega y no se va, se arraiga, se mimetiza con el alma.

El amor jamás será feo, jamás será raro.
Debemos comprender su origen, aceptar su forma;
aprender a vivirlo...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el amor, simplemente es.

abrazo.

escarlata dijo...

el amor es una ilusión,un estado de animo...sólo pura ficción.cuando se marcha te quedan sus despojos y piensas...sin duda lo volvería a vivir por que esa ilusión es la que hace que la vida tenga sentido.