La sensación de tu abrazo,
La serenidad de tu presencia.
Se trastocan mis recuerdos.
Cierro los ojos e imploro tu estampa.
La unión de tacto y brío:
amedrentada añoranza por tu ausencia.
Hoy no estás y me someto.
Tu presencia se esfuma, pero este se aprehende en mí;
esto que a pesar de su mal, seduce.
Llegará el momento en que seamos una entidad,
Nuestras almas serán de nuevo una misma,
y entonces, ese día, me confundiré en el firmamento.
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